domingo, 3 de noviembre de 2019

Mejor con música

Hoy también conseguí echarle valor y madrugar para correr. Teniendo en cuenta que es domingo, y que mi sueño no fue precisamente reparador la pasada noche, tiene su mérito. Pude echarle coraje para salir de la cama y ponerme la ropa deportiva repitiéndome a mí mismo el título del libro de Chema Martínez: No pienses, corre.
Segundo día después del gran parón, y un elemento añadido respecto al día anterior: la música con auriculares inalámbricos conectados al móvil.
Es maravillosa la sensación de libertad que se puede experimentar escuchar una música que te guste mientras corres. Dar tus zancadas con Serenade, Thunderstruck, Eye of the tiger, o Don't stop believin', entre otras melodías, es algo sublime, que te transporta a otra realidad, haciendo más llevaderas tus limitaciones. Es como si tu mente se aislara de tus molestias, cansancio y negatividad para que puedas centrarte en lo único importante en esos momentos: hacer kilómetros a ritmo acompasado.
La verdad es que seguía sin estar para tirar cohetes. La pulsera volvió a advertirme de que mi ritmo cardiaco era demasiado elevado, pero, eso sí, lo hizo pasado el primer kilómetro: algo es algo. Pero me sentía mucho más dichoso y agradecido por poder disfrutar de dos aficiones que me aportan muchísimo, el running y la música. Tal es así, que, a pesar del respingo que dio una chica al pasar yo corriendo a su lado, deduzco que sin que ella lo esperase, y su pequeña recriminación -¡Por Dios, qué susto!-, no dejé de sonreír.
Un día más de puesta a punto, y mejores sensaciones, durante la carrera y después, que el día anterior. Mente y cuerpo un poco más sanos. ¡Perfecto!

2 comentarios:

  1. No pienses, corre? Complicado para un filósofo...

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    1. Así debe ser. Una de las cosas a las que debemos aprender los filósofos es a no pensar. Al menos, a no pensar todo el rato. Hay que someter a nuestra propia mente, en vez de que ella nos domine a nosotros

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