domingo, 9 de octubre de 2016

Recórtame otra vez (Parte Tercera y Final)

"Permanecí demasiado dentro de mi mente
y terminé perdiendo la razón"
Edgar Allan Poe

Fermín es el primero en salir de su propio despacho. Lo hace dando grandes zancadas silenciosas, con las manos en los bolsillos del pantalón y el semblante resuelto y tranquilo a la vez. Es uno de esos días en los que se siente un hombre completamente satisfecho: ha humillado a una funcionaria, sindicalista para más inri, ha anunciado un plan de recortes sobre el sector público y sus empleados, y le han ofrecido el contrato de sus sueños acumulados durante sus últimos diez años de vida. ¿Qué más podía pedir? Necesitaba salir de allí y dar un largo paseo para oxigenar su euforia contenida. "Bendita sea la política y la madre que la parió", gritaba con toda su mente.

Los demás tardaban en salir. Se estaba formando tal griterío que no había manera de entenderse y sólo Pablo permanecía serio y callado.