lunes, 28 de agosto de 2023

La última copa

 –¡Ni una copita de coñac más! ¿Me has oído? ¡Ni una sola!

Esas fueron las palabras que Josefa le espetó a Ramón, su marido, a la salida del centro de salud de Carabanchel, después de que la doctora Elena Izquierdo les hizo ver a ambos el resultado de sus análisis clínicos. Don Ramón, a sus ochenta años de edad, operado de cáncer de vejiga y superviviente de dos infartos de miocardio, no estaba en condiciones de permitirse esas licencias con el alcohol. Menos mal que, al menos, había abandonado el tabaco hacía ya 15 años.